jueves, septiembre 03, 2009

Comunicado de Prensa GarageLab

Buenos Aires, Argentina - Septiembre 3, 2009 –

Se lanza GarageLab, un espacio de innovación abierta que procura
identificar problemas, emprender soluciones,
y generar riqueza basada en el conocimiento.

La cita es mañana, viernes 4 de septiembre a las 17hs
en el auditorio de la Universidad de Palermo,
Larrea 1079, 2º Piso y contará con la presencia de
investigadores, emprendedores,
artistas, funcionarios de gobierno e inversores.
Para reservar un lugar, contact.garagelab@gmail.com

La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Endeavor y
favorecer las condiciones para el surgimiento de empresas
argentinas de base tecnológica con alcance global.

GarageLab toma su inspiración de una serie de tendencias

Nuestra visión es instalar un espacio permanente
con grupos de trabajo interactuando entre sí
-aclara Emiliano Kargieman, cofundador de Core Securities
Technologies, Managing Director de Aconcagua Ventures,
y uno de los Fundadores de GarageLab-, nos interesa invitar
a otros hacedores a dar charlas, desarrollar un agregador
de innovación abierta, organizar concursos basados en problemas
y crear un laboratorio de problemas y tecnologías emergentes
que permita enfocar y coordinar esfuerzos.

Mediante la creación de un espacio de trabajo compartido
por grupos de hacedores, investigadores, artistas y
emprendedores, GarageLab apunta a convertirse
en un laboratorio de problemas de alto impacto.

La primera prueba piloto del proyecto se realizará
este viernes 4 de septiembre,
en una jornada de trabajo con grupos vinculados al área
de bioingeniería en la que se están produciendo avances
muy notables.

Los grupos presentarán tecnologías emergentes
que han desarrollado o están en proceso de desarrollar
y que van desde dispositivos para testear microfármacos en
animales muy pequeños hasta micro-biorreactores
implantables pasando por simulaciones de membranas celulares,
herramientas de bioinformática y ontologías de text mining de
papers biológicos.

Buscamos poner en contacto y formar a los hacedores de riqueza
-afirma Emiliano Kargieman.
Las oportunidades de capturar valor desde el conocimiento
se encuentran en la intersección entre tres esferas:
los problemas, las herramientas de pensamiento y el
conocimiento práctico. En el contexto actual,
un pequeño avance en el entendimiento de cualquiera de
estas dimensiones genera una oportunidad única aunque en una
ventana de tiempo acotada.
Investigadores, artistas y empresarios debemos trabajar
fuera de nuestras esferas naturales, en contacto los unos
con los otros para aprender a resolver problemas en tiempo real
y generar riqueza desde el conocimiento.

Contacto
http://garagelab.tumblr.com/
contact.garagelab@gmail.com

lunes, agosto 24, 2009

GarageLab



Y acá estamos, lanzando el GarageLab, el viernes 4 de Septiembre.
Veo por ahí que algunos dicen que esto parece un simposio de Sci Fi.
No sé si hay un elogio mejor.
Tenemos unos grupos geniales para mostrar. Y un moderador muy groso también.
Qué programa puede haber un viernes mejor que GarageLab !






jueves, julio 16, 2009

Una charla de Stross

En Charlie's Diary, Stross publica una charla que fue a dar a Munich.

Algunas frases para citar :

1) ..."you can't easily predict the consequences of the mass uptake of a technology by observing the leading-edge consequences when it first arrives" ...

que podría ser traducida como : "es irresistible la tentación de ubicarse a sí mismo como único alphatester de una tecnología emergente sencillamente porque los otros alpha testers son igualmente emergentes..."

2) ... " It typically takes at least a generation before the social impact of a ubiquitous new technology becomes obvious ..."

que podría ser traducida como "el tradicional intervalo de 10 años para medir una generación se redujo a 5 pero no sabemos si en los próximos 5 años habrá una o dos nuevas generaciones."

sábado, julio 11, 2009

los drivers de la voluntad


Autofabricación, un problema del siglo xxi


Qué nos mueve a levantarnos cada día, a progresar, a leer otro libro, a viajar, a sentarnos en un bar o en un parque ?

"el individuo como experimento"

Si quisiéramos fabricarnos como máquinas humanas y llegara el momento de analizar esa funcionalidad específica que Nietzsche llamaba voluntad de poder, lo que nos mueve a hacer determinadas cosas y no otras, a interesarnos por un conjunto de áreas, espacios, propongo empezar por una lista de 5 funcionalidades básicas cuyo orden en la enumeración no tiene relevancia :

  • 1) la obsesión del "éxito" profesional ? qué hacer para lograrlo y mantenerlo ?
  • 2) el ideal indie, cyberpunk, las minorías ? ¨estar fuera de¨, "under"
  • 3) las tradiciones familiares, religiosas, corporativas ?
  • 4) la búsqueda del héroe-artista-emprendedor-místico ?
  • 5) el culto del cuerpo como conciencia-deporte-estética ?

La generación que jugó a Los Sims quizás pueda diseñar políticas de auto-fabricación cuando la tecnología permita agregar funcionalidades y podamos ser una mezcla de"exitoso-punk-artista" con leves dosis de tradición familiar y culto del cuerpo.

La autofabricación necesita instituciones. No alcanza con comités reguladores, hay que trabajar muy duro para satisfacer los caprichos de un puñado de hipermillonarios.
Cómo evitar que los common spaces que están surgiendo se conviertan en fábricas de knowledge workers. ?

jueves, mayo 14, 2009

El presente puro





La curiosidad no tiene una flecha del tiempo. Los enigmas o atractores de atención no distinguen pasado de futuro. Y en mi caso, tengo un dilema que prefiero no resolver x ahora.


I’m interested in the world of images and objects where people seem to forget about memory, forget these things have a past or multiple pasts

                                                                                             Fred Wilson


Ayer leía a Eliot para contrapesar un poco otras lecturas de ciencia ficción y me preguntaba dónde estamos la mayor parte de nuestra vida ? En alguno de los pasados, en alguno de los futuros, o en el presente puro ? Ahora, mientras manejo de regreso a casa, dónde estoy, en la cabina del auto, en las reuniones de mañana, en la cena que aún no comí, o en la ducha que me di antes de salir ?



Creo que el futuro me empezó a interesar de un día para el otro, en el año 1995, después explicaré el por qué pero la fecha no es arbitraria.

Pero el pasado mucho antes, quizás desde el mismo momento en que empecé a tener pasado personal, lo cual, viendo a mi hijo Tomás, sé que no ocurre antes de los 7 u 8años, pongámosle 9 años.

El pasado personal empieza siendo muy pobre, y se va ampliando hacia los antepasados, pero donde se hace formidable es cuando se convierte en el pasado de la humanidad, o incluso del universo, después hablaré del multiverso, porque eso ya pertenece al futuro.

Allí, en los pasados múltiples, pasé las horas más largas de mi vida, nunca volverán a ser ásí de irresponsables, contemplativas, y ensoñantes, nunca más me convenceré de que es posible convertir al pasado en una sustancia concentrada que puede ser bebida en forma de lectura : la biblioteca. Y sin embargo ahora aspiro a concentrar mi Babilonia de PDF´s en mi Sony Reader. Pero eso aún no ocurrió.

Y otra vez, primero fue la biblioteca de mis padres, luego la suma de los libros que les robaba a ellos más los que me compraba yo, y luego las bibliotecas públicas, el Lincoln Center, la del Goethe, la Nacional de la calle Mexico, la del Buenos Aires, la de Filo, las de mis amigos, y conocidos. Wow. Cuántas miles de horas que se hicieron años pasé en múltiples pasados leyendo escritores del siglo XIX y vanguardistas de las primeras décadas del XX.

El pasado me obsesionó mientras creía que podía conocerlo exhaustivamente, y especialmente la década del 20 en Buenos Aires, donde la mezcla inmigratoria generaba milagros como escuchar las misas en italiano en las iglesias de La Boca. Y Josefina Scarfo, que sólo por azar era mi abuela, dejando de leer al Dante para hablarme de Severino Di Giovanni, un precursor del Che Guevara, y un modo de ser héroe, semidios, o vivir la realidad aumentada antes que la supertecnología lo hiciera realidad.

La curiosidad absoluta por el pasado me duró mientras mi intención era fugarme del presente hacia atrás. Pero qué diferencia hay con fugarse hacia adelante ? Del ya no al no todavía. Creía que si me especializaba en la tradición literaria occidental, descubriendo islas de escritores menores que conspiraban contra su época, estaría a salvo del presente agobiante de los primeros 90.



Y en el 95, hace 14 años hoy, qué pasó ? La web abierta, de la mano de Yahoo, Altavista, Hotbot, MetaCrawler, me hizo escribír mi primer libro, y soñar despierto con google antes de google así como Stendhal soñaba con el cine y escribía largos travellings antes que el cine existiera.

Hace meses que no actualizaba mi blog porque quería escribir sobre el futuro adorando el pasado y viceversa. Pero no podía, porque cuando el pasado se encarnaba en una curiosidad abstracta, el futuro parecia encarnarse en una curiosidad mórbida y de esa manera se volvían perspectivas incompatibles. Pero ya está, estoy listo para resetear mi percepción una vez más.



martes, octubre 21, 2008

Comienzos de novelas


Nada más arbitrario que el comienzo de una novela, y nada más arbitrario que comparar comienzos y elegir los mejores. 

Sin embargo, hay algo enormemente atractivo en empezar una historia, porque de algún modo es asistir al nacimiento de un mundo nuevo, todo está por suceder, y cuando el amor es a primera vista, el comienzo pasa a ser inolvidable. 

Es por eso (o simplemente porque sí, porque nos gustaron mucho) que elegimos estos comienzos y no otros y animamos a ustedes a coincidir, disentir, o proponer otros. 



"Cuando tenía catorce años me inició en los deleites y afanes de la literatura bandoleresca
un viejo zapatero andaluz que tenía su comercio de remendón junto a una ferretería de fachada verde y blanca, en el zaguán de una casa antigua en la calle Rivadavia entre Sud América y Bolivia."



- Qué tristeza da a esta hora, ¿por qué será?
- Es esa melancolía de la tarde que va oscureciendo, Nidia. Lo mejor es ponerse a hacer algo, y estar muy ocupada a esta hora. Ya después a la noche es otra cosa, se va esa sensación.
- Sobre todo si se puede dormir bien. Y así no se piensa en las cosas terribles que ocurrieron.
- Vos tenés esa suerte, no sabés lo que ayuda. Al no poder agarrar el sueño es cuando se me empieza a pasar todo lo más espantoso por la cabeza. Si no fuera por las dichosas pastillas yo no podría haber aguantado todo este tiempo.
- No te quejes, Luci, que vos no tuviste una desgracia como la mía.
- Ya sé. Pero no me la he llevado de arriba tampoco, Nidia.
- Cuando murió mamá pasaba lo mismo, ¿te acordás?, a esta hora volvía el recuerdo más fuerte que nunca.
- Acordarnos de ella nos acordábamos siempre, lo primero que yo pensaba cuando me despertaba era que mamá no estaba más. Lo que se sentía a esta hora, más que nunca, era la falta de ella. Pero en ese entonces con tanto que hacer no se pensaba como ahora, nada más que en cosas tristes. Con tantas obligaciones que teníamos, era eso.
- Preparar algo de comer.
- Y esa gran responsabilidad de los chicos. De sacarlos a flote, Nidia.
- Y que después pueda pasar algo así, que te arranquen lo que más querés.
- Los que son creyentes tienen ese consuelo. Pero una no se puede engañar, no hay manera. Es una gran cosa, esa fe. Realmente yo se la envidio al que la tiene.
- Sí, Luci. Yo también se la envidio.
- Esa gente ignorante tiene muchas ventajas, que puedan consolarse así. Una no puede engañarse, ve la vida como es.
- Cuando murió Pepe fue distinto, yo quedé como atontada. Y lloraba y lloraba, todo el día. Pero esta vez fue tan distinto.
- El marido es una cosa, una hija otra, Nidia. Tu hija. Qué cosas que pasan, tan terribles.
Eran jóvenes, instruidos y vírgenes aquella noche, la de su boda, y vivían en un tiempo 
en que la conversación sobre dificultades sexuales era claramente imposible. Pero nunca 
es fácil. Acababan de sentarse a cenar en una sala diminuta en el primer piso de una posada georgiana. En la habitación contigua, visible a través de la puerta abierta, había una cama de cuatro columnas, bastante estrecha, cuyo cobertor era de un blanco inmaculado y de una tersura asombrosa, como alisado 
por una mano no humana. Edward no mencionó que nunca había estado en un hotel mientras 
que Florence, después de muchos viajes de niña con su padre, era ya una veterana. 
Superficialmente estaban muy animados. Su boda, en St. Mary, Oxford, había salido bien; 
la ceremonia fue decorosa, la recepción alegre, estentórea y reconfortante la despedida 
de los amigos del colegio y la facultad. Los padres de ella no se habían mostrado 
condescendientes con los de él, como habían temido, y la madre de Edward no se había 
comportado llamativamente mal ni había olvidado por completo el objeto de la reunión. 
La pareja había partido en un pequeño automóvil que pertenecía a la madre de Florence y 
llegó al atardecer al hotel en la costa de Dorset, con un clima que no era perfecto 
para mediados de julio ni para las circunstancias, aunque sí plenamente apropiado; no 
llovía, pero tampoco hacía suficiente calor, según Florence, para cenar fuera, 
en la terraza, como habían previsto. Edward pensaba que sí hacía calor, pero, 
cortés en extremo, ni se le ocurrió contradecirla en una noche semejante.

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En próximas entregas, finales de novelas. 



jueves, octubre 09, 2008

Night in Earth Almost 20 years later

Ayer, gracias a la iluminación de Romina, volvimos a ver, sushi más nieto brut nature mediante, Night in Earth, una peli de Jarmusch del 91, a la que cité miles de veces cuando la conversación fue para el cine, las ciudades, LA, NY, Roma, y en especial Helsinki, y en un punto fue como un experimento sobre el paso del tiempo, lo que perdura, lo que cambia en forma irreversible, pero también una muy buena velada terrenal, un miércoles por la noche en el que nuestro hijo Tomás durmió al aire libre en un campamento escolar.

Y la verdad es que el resultado del experimento me gustó mucho porque por un lado hubo reafirmación del goce original, es decir, confirmé que parte de mi sensibilidad sigue intacta, especialmente frente a algunas escenas, y en particular en la maravillosa escena que protagonizan Winona Ryder y Geena Rowlands, en el primer episodio que transcurre en LA, cuando Winona, adolescente, baja el equipaje de Geena en Beverly Hills y le responde: no, no quiero ser en absoluto una estrella de Hollywood, yo tengo un plan y por ahora el plan marcha terriblemente bien, entonces cómo voy a tirar por la borda toda una carrera (la de taxista), mi sueño (ser mecánico como mis hermanos varones) y la paciencia en esperar EL HOMBRE de mi vida por una quimera como la actuación. Es una escena digna de Robert Walser y está bueno comprobar que en algún rinconcito sigue estando la misma química, el mismo brebaje, y que eso que fuimos resiste muy bien al paso del tiempo.

Por otro lado, inevitable, las pelis lentas y poéticas, que antes eran naturales experiencias de contemplación muy siglo XX, ahora naufragan en acantilados de inquietud o ansiedad y no resisten los hábitos de velocidad y de vértigo muy siglo XXI. Lo mismo se puede decir de ciertas partes excesivamente ingenuas del guión con las que la primera vez fui mucho menos crítico que ahora.

En fin, muy buena la velada, muy rico todo, y que se repita.