y en qué se parecen todos estos cuentos ?
en que sólo pretenden tomar como objeto de la disertación
cosas tan simples? naturales? básicas?
como correr, desayunar, y otras
más multidimensionales? complejas? simbolicas? de nivel2?
como leer, escribir, hablar, filosofar
y se parecen en que, dado el elemento suscitador de la experiencia,
describirla es acercarse a su fluir sin comprensión sólo remando
respirando en busca de la energía pura pero conscientes de la limitación
de nuestra camisa de fuerza biológica
empezaré por el principio entonces diciéndo que tengo dos alternativas:
maravillarme de la lira que tiene la humanidad cuando regresa al fogón colectivo
y decide narrar sus extravíos
o ser escéptico acerca de la incidencia que tienen nuestros intentos verbales por parecer orden
donde sólo hay hubo y habrá
caos de umbrales minimos de estabilidad y evidencias catastróficas de que esos umbrales mínimos
varían menos
de lo que las tragedias individuales, autistas en su sesgo, quisieran reconocer
sábado, septiembre 30, 2006
viernes, septiembre 08, 2006
De todo, un poco
Pudo ocurrir ayer, o no haber ocurrido nunca.
Mientras iba caminando por el pasillo, con el objetivo puesto en retirar del freezer el agua mineral en el envase de plástico , lo que pudo ocurrir, o no haber ocurrido nunca, en tren de establecer analogías, yendo de lo micro a lo macro, es algo similar a Hiroshima, luego de un prólogo a la Chernobyl, con un intermezzo Basora.
Pienso que hay algo de sabiduría en ir rodeando al enemigo en círculos concéntricos, donde el desplazamiento bruto es mayor que el acercamiento neto , pero siento que es irracional llamarlo enemigo. Son cosas que no dependen o no deberían depender de si uno hizo o no tal curso en la universidad, de si uno leyó primero a Mao, luego a Sun Tzu, y luego a Von Clausevitz.
Si lo hubiese tenido cerca, frente a frente, la cara descubierta, las grietas del desierto en la frente y en los pómulos, si le hubiese podido tomar el pulso y comprobar la curva descendente, sin jeringas ni adrenalina, sería entonces sí correcto hablar de una amistad ?
Una mañana nublada de marzo se levantó unos quince minutos antes de que sonara el teléfono, y entró a la ducha. Tenía media hora antes de que lo pasaran a buscar para ir al aeropuerto, y su experiencia le indicaba que podría con todo en ese lapso. Por eso se agregó una serie de ejercicios de respiración y siguió con ellos dentro del remis, en la fila del check in, y en la mitad del vuelo. La azafata lo vio ocupado y le preguntó si deseaba algo. Algo para el desencanto –respondió preguntándole- ? Me ha tocado, Srta, ser uno de los que cree en bellas mentiras y no logra aprender a ser cínico –y señaló a su alrededor.y apoyó la yema de su dedo índice sobre sus labios-. No, muchas gracias, me sabe mejor no querer nada.
Que pase la siguiente, dijo la Directora, mirando el reloj, insatisfecha. Es usted ? Tome asiento. Tenía frente a si un currículum vitae sumamente prolijo, sintético, con una fotografía idéntica al rostro que tenía frente a sí. La candidata cumplía con todo, y la entrevista aún no había comenzado. Quiero que hable, pensó, quiero que diga su nombre sin que yo se lo pregunte, que se presente sola, comience a hablar, me excuse a mí de hacerlo e, irradiando confianza, se levante y me extienda la mano convencida de empezar al día siguiente. Si esto no puede suceder, tenemos que suponer que el ser humano ha surgido del encuentro azaroso entre un sapiens y un faber. Sólo necesito demostraciones, ni siquiera hechos. Necesito que en los pulsos eléctricos que pongan en marcha su motricidad haya un supuesto previo que luego se vaya desarrollando y dé por fin la forma esperada, tal cual ha sido diseñada. De lo contrario, la coincidencia será el por qué primero y último de todas nuestras acciones.
No es posible que estés acá, pero estás, y tengo que aprovechar para decirte lo siguiente:
Ahora ya sé que te avergüenza mostrar tus miserias, y que realmente las tenés, ahí, escondidas. Por eso te pido que lo hagas, y te alivies para siempre.
Cuando te destaparon por última vez, estábamos helados de dolor y te despedí para siempre viéndote sonreir, no me importa que haya sido de frío, después de todo somos los vivos los únicos capaces de otorgar sentido a un cadáver y recordarlo muerto a eso que alguna vez fue un cuerpo que vibró , abrazó, jugó y se sentó a escuchar llorar a otros.
Te disparaste un martes de madrugada y me siento frívolo por haberte dejado, tres días antes, un mensaje en el que te invitaba a una feria de vinos. Qué pasaba por tu mente en esos días previos ? Nunca lo sabremos, aunque ahora estés acá. Me decís que vos tampoco recordás nada de esos días, que vas a intentar acordarte de algo para poder dejar tranquila a tu familia.
“Tengo sida y esta es la mejor manera de terminar. Perdónenme por hacerlos sufrir. Los quiero muchísimo a todos”.
El taxi viajaba en dirección al centro de la ciudad. El Sr no prestaba atención al timbre de su teléfono, hundido en el asiento trasero del taxi. Se lo hizo notar su asistente en un gesto de clarividencia. “Vení, por favor....” Era grave. Pero cuán grave era ? Ya estaba en otro taxi, ahora en dirección a Pza Italia, donde vivía su madre y su hermano. “Por favor, decime algo más, así sé si puedo ayudar, o llamar al médico.” “Se pegó un tiro.” Varios minutos pronunciando la palabra nooo. Ya está muerto ? Se podrá salvar ? Llanto desconsolado. Por favor, que la ambulancia llegue rápido. El taxista testigo de la desesperación de un desconocido.
Nunca sabemos al salir de nuestra casa de qué seremos testigos ese día. Cuando entró, y me indicó a dónde iba, con rostro grave y serio, sentí una pequeña fatiga, pero me distraje con el tránsito hasta que volví a escuchar sus gritos por el teléfono, y de pronto tenía atrás un hombre que se revolvía de angustia, gritaba y lloraba sin control, y se indignaba lleno de ira. Son momentos que no se pueden olvidar. Quedan grabados para siempre. Y un día, el mismo hombre vuelve a subir, han pasado quince años, y quién es uno para recordarle ese día, pero lo tiene que hacer, y entonces los ojos del hombre que ya ha cicatrizado su herida con los años se vuelven a humedecer y recibimos una palmada cuando llegamos a destino.
Hasta cualquier momento, Sr. Que tenga usted una vida dichosa.
A los veinte , la vida es una secuencia de degustaciones, una cata a ciegas continua, sin conclusiones ni balances ni mensajería moralista. Qué es esto ? Lo abrimos ?
A los veinte el hippismo se lleva puesto como una remera transpirada y los trenes salen cada media hora rumbo a la aldea global.
A los veinte, entre las sábanas, se alcanza a escuchar un gemido amateur que tiene mucho plus que derrochar en noches que no necesitan ser cortas para terminar rápido y los amaneceres te encuentran con anteojos de sol y el tiempo se detiene para que la cámara digital de la Historia te congele con la sonrisa que será la mueca del final.
En el principio era el silencio, y no sobrevolaban buitres.
A los treinta se saborean los primeros trofeos de guerra, se superponen las pasiones jóvenes con los hábitos maduros, y el resultado es que ya no sos lo que aún no has sido.
A los treinta se dejan los pasivos en recepción, envueltos en paquetes que nadie abrirá por el momento. El cartero que los trae ni se ilusiona con llevarse una firma, no hay, no puede haber conciencia de la finitud hasta que alguno de tus pares queridos deja antes que el resto el mundo y una línea de sangre te recorre el rostro, señal de que el conflicto es arte y la belleza es sabiduría para resolverlo.
Mientras iba caminando por el pasillo, con el objetivo puesto en retirar del freezer el agua mineral en el envase de plástico , lo que pudo ocurrir, o no haber ocurrido nunca, en tren de establecer analogías, yendo de lo micro a lo macro, es algo similar a Hiroshima, luego de un prólogo a la Chernobyl, con un intermezzo Basora.
Pienso que hay algo de sabiduría en ir rodeando al enemigo en círculos concéntricos, donde el desplazamiento bruto es mayor que el acercamiento neto , pero siento que es irracional llamarlo enemigo. Son cosas que no dependen o no deberían depender de si uno hizo o no tal curso en la universidad, de si uno leyó primero a Mao, luego a Sun Tzu, y luego a Von Clausevitz.
Si lo hubiese tenido cerca, frente a frente, la cara descubierta, las grietas del desierto en la frente y en los pómulos, si le hubiese podido tomar el pulso y comprobar la curva descendente, sin jeringas ni adrenalina, sería entonces sí correcto hablar de una amistad ?
Una mañana nublada de marzo se levantó unos quince minutos antes de que sonara el teléfono, y entró a la ducha. Tenía media hora antes de que lo pasaran a buscar para ir al aeropuerto, y su experiencia le indicaba que podría con todo en ese lapso. Por eso se agregó una serie de ejercicios de respiración y siguió con ellos dentro del remis, en la fila del check in, y en la mitad del vuelo. La azafata lo vio ocupado y le preguntó si deseaba algo. Algo para el desencanto –respondió preguntándole- ? Me ha tocado, Srta, ser uno de los que cree en bellas mentiras y no logra aprender a ser cínico –y señaló a su alrededor.y apoyó la yema de su dedo índice sobre sus labios-. No, muchas gracias, me sabe mejor no querer nada.
Que pase la siguiente, dijo la Directora, mirando el reloj, insatisfecha. Es usted ? Tome asiento. Tenía frente a si un currículum vitae sumamente prolijo, sintético, con una fotografía idéntica al rostro que tenía frente a sí. La candidata cumplía con todo, y la entrevista aún no había comenzado. Quiero que hable, pensó, quiero que diga su nombre sin que yo se lo pregunte, que se presente sola, comience a hablar, me excuse a mí de hacerlo e, irradiando confianza, se levante y me extienda la mano convencida de empezar al día siguiente. Si esto no puede suceder, tenemos que suponer que el ser humano ha surgido del encuentro azaroso entre un sapiens y un faber. Sólo necesito demostraciones, ni siquiera hechos. Necesito que en los pulsos eléctricos que pongan en marcha su motricidad haya un supuesto previo que luego se vaya desarrollando y dé por fin la forma esperada, tal cual ha sido diseñada. De lo contrario, la coincidencia será el por qué primero y último de todas nuestras acciones.
No es posible que estés acá, pero estás, y tengo que aprovechar para decirte lo siguiente:
Ahora ya sé que te avergüenza mostrar tus miserias, y que realmente las tenés, ahí, escondidas. Por eso te pido que lo hagas, y te alivies para siempre.
Cuando te destaparon por última vez, estábamos helados de dolor y te despedí para siempre viéndote sonreir, no me importa que haya sido de frío, después de todo somos los vivos los únicos capaces de otorgar sentido a un cadáver y recordarlo muerto a eso que alguna vez fue un cuerpo que vibró , abrazó, jugó y se sentó a escuchar llorar a otros.
Te disparaste un martes de madrugada y me siento frívolo por haberte dejado, tres días antes, un mensaje en el que te invitaba a una feria de vinos. Qué pasaba por tu mente en esos días previos ? Nunca lo sabremos, aunque ahora estés acá. Me decís que vos tampoco recordás nada de esos días, que vas a intentar acordarte de algo para poder dejar tranquila a tu familia.
“Tengo sida y esta es la mejor manera de terminar. Perdónenme por hacerlos sufrir. Los quiero muchísimo a todos”.
El taxi viajaba en dirección al centro de la ciudad. El Sr no prestaba atención al timbre de su teléfono, hundido en el asiento trasero del taxi. Se lo hizo notar su asistente en un gesto de clarividencia. “Vení, por favor....” Era grave. Pero cuán grave era ? Ya estaba en otro taxi, ahora en dirección a Pza Italia, donde vivía su madre y su hermano. “Por favor, decime algo más, así sé si puedo ayudar, o llamar al médico.” “Se pegó un tiro.” Varios minutos pronunciando la palabra nooo. Ya está muerto ? Se podrá salvar ? Llanto desconsolado. Por favor, que la ambulancia llegue rápido. El taxista testigo de la desesperación de un desconocido.
Nunca sabemos al salir de nuestra casa de qué seremos testigos ese día. Cuando entró, y me indicó a dónde iba, con rostro grave y serio, sentí una pequeña fatiga, pero me distraje con el tránsito hasta que volví a escuchar sus gritos por el teléfono, y de pronto tenía atrás un hombre que se revolvía de angustia, gritaba y lloraba sin control, y se indignaba lleno de ira. Son momentos que no se pueden olvidar. Quedan grabados para siempre. Y un día, el mismo hombre vuelve a subir, han pasado quince años, y quién es uno para recordarle ese día, pero lo tiene que hacer, y entonces los ojos del hombre que ya ha cicatrizado su herida con los años se vuelven a humedecer y recibimos una palmada cuando llegamos a destino.
Hasta cualquier momento, Sr. Que tenga usted una vida dichosa.
A los veinte , la vida es una secuencia de degustaciones, una cata a ciegas continua, sin conclusiones ni balances ni mensajería moralista. Qué es esto ? Lo abrimos ?
A los veinte el hippismo se lleva puesto como una remera transpirada y los trenes salen cada media hora rumbo a la aldea global.
A los veinte, entre las sábanas, se alcanza a escuchar un gemido amateur que tiene mucho plus que derrochar en noches que no necesitan ser cortas para terminar rápido y los amaneceres te encuentran con anteojos de sol y el tiempo se detiene para que la cámara digital de la Historia te congele con la sonrisa que será la mueca del final.
En el principio era el silencio, y no sobrevolaban buitres.
A los treinta se saborean los primeros trofeos de guerra, se superponen las pasiones jóvenes con los hábitos maduros, y el resultado es que ya no sos lo que aún no has sido.
A los treinta se dejan los pasivos en recepción, envueltos en paquetes que nadie abrirá por el momento. El cartero que los trae ni se ilusiona con llevarse una firma, no hay, no puede haber conciencia de la finitud hasta que alguno de tus pares queridos deja antes que el resto el mundo y una línea de sangre te recorre el rostro, señal de que el conflicto es arte y la belleza es sabiduría para resolverlo.
de la metafisica a la politica
Atención, estamos esperando al último pasajero para despegar.
Es usted, por casualidad, el último pasajero ?
Grogui, apenas pude decir que sí y subí la escalinata que me llevaría a Marte.
Te acordás cuando te recostabas en la alfombra y te angustiabas pensando en el más allá ?
Muchos años me pasé “reflexionando” sobre la interioridad, la muerte, etc, etc.
Pero el otro día fui a almorzar con mi primo, hablamos sobre los 70´s
Y al volver a casa tuve un “deja vu” donde mientras me veía nuevamente recostado veía también los campos de concentración, y el olor a muerte del 75, del 76, del 77,
Esos años, que habían sido supuestamente metafísicos, ahora eran políticos.
Y vuelvo a escuchar a los gurues que quieren motivarnos diciéndonos que el individuo Salve a la sociedad, que el knowledge worker interiorice la misión y alucine la justicia
Mientras tanto, las empresas siguen operando plusvalía y el conocimiento
Se extrae como un mineral cualquiera de una mina que ahora es el cerebro
Atención, último pasajero en subir a Marte, por favor presentarse en mesa de ayuda
Es usted ? No es usted. Usted abandonó la nave, y ya no pertenece a nuestros registros.
sábado, septiembre 02, 2006
Preguntas Agudas al Hipercapitalismo
Después de Marx:
desistiremos de interrogarlo ?
desistiremos de adueñarnos de su lógica ?
nos limitaremos a surfear sus espasmos volcánicos ?
haremos como si no tuviera sentido la cuestión y entonces:
pondremos nuestras energías en la produccion ?
seremos creativos en lugar de estancarnos,
nos amigaremos con el presente ?
alcanzaremos la felicidad y lamentaremos
que la mayoria silenciosa
no participe del banquete
del entretenimiento continuo ?
Por qué era importante la posmodernidad ?
Para legitimar el hedonismo heterodoxo y sacarse la pesada mochila de los grandes relatos, del dogmatismo hegeliano, del academicismo stalinista ?
Por qué pertenecer a la posmodernidad ?
Porque el cinismo de saber pero aún así ignorar se convirtió en la forma discursiva que las fuerzas del capitalismo encontraron para reinventarse y hacer resultar al Hipercapitalismo.
Preguntas agudas: existe una forma de con-mover, acompañar el movimiento, en lugar de com-prender, valerse de la razón para extraer el sentido ? Si existe, se trata de emocionar con ideas ? Por qué sería útil ?
Formar parte de los campos de concentracion silenciosos y a la vez sentirse parte emocional de la época ?
En el Hipercapitalismo todo se convierte en contradiccion y paradoja. La tecnologia acelera la capacidad de transformacion e intensifica la diversificacion de devenires.
Hiperconsumo
Hipertecnologia
Hipercuerpo
Cocktail spinocista:
El retorno de la Historia
Racionalismo cientifico, primitivismo popular, refinamiento de los sentidos, hiperestimulacion
desistiremos de interrogarlo ?
desistiremos de adueñarnos de su lógica ?
nos limitaremos a surfear sus espasmos volcánicos ?
haremos como si no tuviera sentido la cuestión y entonces:
pondremos nuestras energías en la produccion ?
seremos creativos en lugar de estancarnos,
nos amigaremos con el presente ?
alcanzaremos la felicidad y lamentaremos
que la mayoria silenciosa
no participe del banquete
del entretenimiento continuo ?
Por qué era importante la posmodernidad ?
Para legitimar el hedonismo heterodoxo y sacarse la pesada mochila de los grandes relatos, del dogmatismo hegeliano, del academicismo stalinista ?
Por qué pertenecer a la posmodernidad ?
Porque el cinismo de saber pero aún así ignorar se convirtió en la forma discursiva que las fuerzas del capitalismo encontraron para reinventarse y hacer resultar al Hipercapitalismo.
Preguntas agudas: existe una forma de con-mover, acompañar el movimiento, en lugar de com-prender, valerse de la razón para extraer el sentido ? Si existe, se trata de emocionar con ideas ? Por qué sería útil ?
Formar parte de los campos de concentracion silenciosos y a la vez sentirse parte emocional de la época ?
En el Hipercapitalismo todo se convierte en contradiccion y paradoja. La tecnologia acelera la capacidad de transformacion e intensifica la diversificacion de devenires.
Hiperconsumo
Hipertecnologia
Hipercuerpo
Cocktail spinocista:
El retorno de la Historia
Racionalismo cientifico, primitivismo popular, refinamiento de los sentidos, hiperestimulacion
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